En el marco de un nuevo proceso de negociación colectiva iniciado en abril de 2025, el Sindicato de Trabajadores Funcionarios de la Compañía Minera Antapaccay (SITRAMINA) ha denunciado públicamente una serie de vulneraciones sistemáticas a su derecho a la libertad sindical por parte de Glencore, empresa dueña de la mina Antapaccay ubicada en Espinar, Cusco.
Desde CNV Internationaal expresamos nuestra profunda preocupación ante este patrón persistente de prácticas antisindicales, que atentan contra los convenios internacionales y los principios constitucionales que protegen los derechos laborales en el Perú.
El Sindicato de Trabajadores Funcionarios de la Compañía Minera Antapaccay (SITRAMINA) ha denunciado públicamente una serie de vulneraciones sistemáticas a su derecho a la libertad sindical por parte de Glencore, empresa dueña de la mina Antapaccay ubicada en Espinar, Cusco.
Los dirigentes sindicales de la organización aseguran que, desde su fundación en 2013, un año después del inicio de operaciones de la mina, el sindicato ha sido objeto de un patrón sostenido de hostigamiento. Entre los hechos más graves se reportan despidos injustificados de trabajadores afiliados, presiones para renunciar forzadamente al sindicato, y la negación sistemática de derechos básicos como la negociación colectiva y la huelga.
Uno de los episodios más críticos se vivió en noviembre de 2013, cuando varios trabajadores fueron despedidos tras afiliarse al sindicato. La empresa ofreció la reincorporación laboral solo si renunciaban a su afiliación sindical. Como resultado, 28 trabajadores abandonaron el sindicato, dos fueron despedidos de forma permanente y cinco se negaron a aceptar la condición antisindical, iniciando una demanda judicial que terminó con un fallo favorable un año después. Para entonces, el sindicato había quedado debilitado.
Durante los años siguientes, la empresa ha mantenido prácticas que continúan afectando la libertad sindical. Glencore ha extendido los beneficios de los convenios celebrados con bonos económicos a trabajadores a cambio de no afiliarse al sindicato, una estrategia que mina la unidad sindical y promueve la discriminación.
A pesar de estos obstáculos, el sindicato ha logrado fortalecerse y actualmente cuenta con 120 afiliados.
Sin embargo, en el marco actual del proceso de negociación colectiva del SITRAMINA iniciado el 16 de abril de 2025, Glencore negoció con otro sindicato minoritario que en febrero del presente año cambió su estatuto para afiliar empleados funcionarios o de confianza.
Según ha sido relatado por los trabajadores, con el acuerdo de esa negociación, la empresa continúa con la práctica de depositar en las cuentas de los funcionarios los bonos económicos que promueven la desafiliación al sindicato de Sintramina.
Desde CNV Internationaal expresamos nuestra profunda preocupación ante este patrón de violaciones a los derechos sindicales y hacemos un llamado urgente para poner fin a estas prácticas. Sus recientes actividades frente a los trabajadores ponen a Glencore en una política antisindical contraviniendo los convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificados por el Estado peruano, así como los principios constitucionales que protegen la libertad sindical y la negociación colectiva.
Pedimos al Estado peruano que tome medidas inmediatas para garantizar el respeto a estos derechos laborales de los trabajadores mineros. Invitamos a la comunidad nacional e internacional a solidarizarse con los trabajadores de Antapaccay y a alzar la voz contra la discriminación sindical en el sector minero.
Fecha de publicación 26 06 2025